martes, 15 de noviembre de 2011

Buen ciclo

Bueno, se acaba mi primer ciclo de entrenamiento para la preparación de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012. Paro unos días para retomar fuerzas y emprender de nuevo tan ardua tarea, además así permitiré recuperarse del todo a mi amigo Fernando. Me voy para Galicia donde podré disfrutar de su gastronomía y sus gentes, reponer fuerzas y llenarme el espíritu visitando al Santo Apóstol.

Ha sido un buen ciclo, entrenando desde mediados de julio y dándolo todo en la cinta de correr. Me ha servido, entre otras cosas, para adaptarme al medio fondo o al menos a la forma de entrenar la que será mi prueba en los Juegos, los 5.000 metros. He llegado a correr en tiempos muy aceptables para la marca que se me pide y eso me da esperanzas de poder seguir progresando. Puedo correr muy rápido y tengo ganas de poder demostrarlo en una pista, aunque lo importante es la ilusión y las ganas de seguir trabajando y esas no me faltan.

Tampoco podré rematar este año con la San Silvestre ni con el Campeonato Regional de Pista Cubierta. ¡Qué le vamos a hacer!

Haciendo una breve reflexión desde mi comienzo en el atletismo, solo se me ocurren pensamientos positivos. Ha sido todo muy rápido, pero la progresión ha ido en la misma línea y eso es bueno. Un Campeonato de Europa y un Mundial en menos de cuatro años, ¡es increíble lo que podemos conseguir si nos lo proponemos! Ahora a seguir trabajando, queda poco para el gran sueño y quiero que se convierta en realidad, aunque en parte ya lo es. Trabajo para ello a diario y como siempre digo, lo importante no son las medallas, que también, sino el trabajo y las vivencias que ganas en el camino para conseguirlas. Eso te enriquece como persona, te motiva y te hace ser cada vez más feliz contigo mismo y con los demás.

Construye tu futuro con tu esfuerzo y no esperes a que te lo construyan pues si lo haces será un futuro construido en el aire, sin cimientos y que al mínimo movimiento en contra se te vendrá encima y no encontrarás asideros donde agarrarte. Esto viene a colación de los tiempos que vivimos, en los que la crisis, no solo de los mercados, sino también de los valores está haciendo temblar nuestra sociedad.

viernes, 4 de noviembre de 2011

El balcón de mi deseo

Ayer abrí el balcón y, como cada día, me asomé a los campos desde mi rincón de los sueños. El cielo estaba gris, había llovido durante todo el día y la humedad entró por mis pulmones nada más abrir la puerta. Solo tenía que rodar 55 minutos, cincuenta y cinco minutos de placer me esperaban para soñar de nuevo. Elegí bien las canciones que me acompañarían en el rodaje, que se me antojaba especialmente interesante debido a la fantástica atmosfera que se había creado tras las lluvias. Apenas hacía viento, había una especie de calma chicha y la cantidad de aromas que se percibían desde los cercanos campos eran espectaculares. Mi otoño querido ya está aquí. Recuerdo los colores de esta estación como un regalo del cielo para que los mortales nos demos cuenta del increible planeta en que vivimos.

Me preparé y me subí en mi amiga, sí mi amiga, esa que me espera todos los días para hacerme disfrutar de mi profesión, la máquina de correr de la que tantas veces os he hablado en este blog.

La música elegida tenía tintes sentimentales y alegres. Cómo dirían los italianos: “piano ma non tropo”, es decir, “suave pero no demasiado”. Gracias a la tecnología, con mi Iphone, puedo cambiar en cualquier instante de canción según mis sensaciones. Desde aquí agradecer este magnífico invento al recientemente desaparecido Steve Jobs.

Los primeros veinte minutos me resultaron algo pesados y me hicieron recordar dos cosas: el masaje de descarga del día anterior y el fantástico almuerzo de unas horas antes, una de mis comidas preferidas, el cocidito madrileño. Espectacular, con su repollo y sus viandas hacen de este plato un auténtico placer para mis sentidos. Sabemos que esta comida es copiosa y no es de lo mejor para la carrera, pero ahora no es tiempo de afinar aún y hay que permitirse ciertos caprichos. Además, tengo que dejar algo para más adelante y así guardarme unos cuantos cartuchos más para quemar. Yo no tengo problemas de peso y la verdad es que me encuentro bastante fuerte, posiblemente por este tipo de legumbres que realzan el espíritu.

En definitiva, que ayer el disfrute fue total, el rodaje perfecto y las sensaciones a flor de piel.

Qué cerca y qué lejos está Londres. Hay que darlo todo y este año es para disfrutarlo, cada día cada serie, cada rodaje, cada competición. En definitiva, que cada vez que me ponga las zapatillas será para disfrutar, para sentirme atleta, para recordar mi sueño y sobre todo para vivirlo, que ya lo tengo aquí. Aunque ya no es un sueño, es una realidad, estoy luchando por estar ahí y eso es más de lo que nunca me hubiese imaginado.

Por último, hoy me gustaría tener un recuerdo especial para dos personas, grandes luchadores, aunque en distintos ámbitos. Uno es el gran ATLETA Abel Ávila, desgraciadamente su lesión le va a privar a él de estar en Londres y a nosotros de verlo peleando por las medallas. El otro recuerdo es para el “alma Mater” de mi anterior club, que lo deja, al igual que lo dejé yo, para emprender nuevos caminos y nuevos retos. Mucha suerte a los dos que la tenéis bien ganada.