domingo, 23 de octubre de 2011

Haz de tu vida tu ilusión

Haz de tu vida tu ilusión, de los tuyos tu refugio, de la esperanza tu catecismo y construye a tu alrededor la armonía y la felicidad.

Ya sé que, a veces, puede parecernos que esta vida no nos da la felicidad, si no más bien todo lo contrario: tristeza, llanto, lágrimas y desesperación. En ocasiones la vida no es justa, ahí está, entre otras cosas, el hambre en el mundo y las miserias que nosotros mismos, con nuestra indiferencia, ayudamos a construir. Nuestra vida es un largo camino por recorrer, duro y difícil. ¿Porqué nos empeñamos en hacerlo más complicado aún?

Pensamos que las miserias y las desgracias están lejos de nosotros y no es así. A nuestro alrededor hay miles de ejemplos de lo que digo: pederastia, terrorismo, hambre, corrupción, injusticia, accidentes, y así podríamos alargar la lista hasta límites increíbles. Estamos perdiendo la esencia del ser humano y nadie tiene la culpa excepto nosotros mismos, si tú lo permites ya estas, inconscientemente, colaborando a ello.

Pues bien, ante esta situación, ¿porqué no empezamos a cambiar las cosas? No hacen falta grandes inversiones, empecemos por pequeños detalles: sonreír al que está al lado, dar los buenos días en el ascensor, respetar a los mayores, paciencia cuando el semáforo se abre y el que hay delante aún no ha arrancado, dale tiempo no se va a quedar a dormir ahí… Ponte en el lugar del otro y, bajo su prisma, intenta entenderle o al menos entender cual es su situación o porqué se ha visto obligado a llegar a ella. Ayuda al que lo pasa mal, algún día alguien te ayudará a ti. Aprovecha cada minuto de la vida que te rodea, de su luz, de la increíble naturaleza, de su fuerza, de su belleza. Comparte todo esto con los tuyos, disfruta de tu familia, amigos, compañeros y porqué no, de todo el mundo. En definitiva, se trata de pequeños detalles que si trabajamos entre todos, lograremos generar un clima distinto al actual y, de esta manera, acercarnos a la armonía a la que me refería al principio.

Esto es lo que propongo: un gesto, un halo de esperanza para la humanidad que podemos construir cada uno de nosotros cada día. Cambiemos este clima de frustración y, poco a poco, cambiaremos el mundo que nos rodea. Todos tenemos algo que aportar, las cosas buenas para enriquecernos y las malas para aprender de ellas y mejorarlas. Nadie dice que esto sea fácil de conseguir, pero al menos vamos a intentarlo: lucha por ser feliz y contagia al que te rodea de esta felicidad.

Este es un intento que hago por cambiar algo que a diario ven mis ojos. La televisión y la prensa nos describen la realidad todos los días y seguimos indiferentes ante la situación, asumimos la noticia y pensamos que no va con nosotros, que nos queda lejos, pero no es así. Son nuestros semejantes y algo pasa cuando se repite tantas veces y los casos son muy similares: genocidios, parricidios, violencia de género, violaciones… Sí, suena mal, es gris, oscuro y genera en nuestro corazón un sentimiento de pesar y de horror, pero esto es lo que pasa a diario y cada vez más.

No estemos ciegos ante estas situaciones, eduquemos a nuestros hijos e intentemos reeducarnos a nosotros mismos para que esto pare y las futuras generaciones no padezcan este mal.

martes, 11 de octubre de 2011

Recuerdos

Ayer fui a la pista de atletismo, me acompañó una amiga para hacer una sesión de estiramientos. Hacía tiempo que no la visitaba, pero ahí, como siempre, con sus interminables 400 metros unas veces de sufrimiento, otras de gloria. Estaba tranquila, no había nadie solo nosotros, el sol me decía con sus rayos que el otoño está próximo, la brisa era agradable y aún se escuchaban los cánticos de los gorriones que habitan la zona junto al río. Me permití el lujo de pasear descalzo por el cuidado césped y sentí su agradable tacto tocando mis pies. ¡Fue fantástico! Una tarde de lujo, de recuerdos y de esperanzas. Me dieron ganas de lanzarme a correr, un simple trote por el césped hubiese bastado para quitarme el mono porque llevo corriendo en cinta desde julio y aún me queda para hacerlo con mi guía.

De todas formas, lo importante es que no estoy lesionado y parece que aún aguanto y mantengo la motivación. Estoy cogiendo un estado de forma muy bueno y buscando un pico para en enero realizar una buena marca que permita coger confianza y, al mismo tiempo, empezar a progresar en la distancia elegida para Londres. Ya tenía que estar corriendo carreras populares para ir cogiendo sensaciones y ver por donde andamos, pero esto es lo que hay y, de momento, debemos seguir con la cinta, la elíptica y ahora los paseos por el césped de los 400 metros.

Mientras escribo estas líneas, me acabo de enterar de una magnífica noticia: dos récords del mundo en el Maratón de Carpi para dos de mis compañeros de la selección nacional de Atletismo. Por cortesía empezaré por el de Mª Carmen Paredes (3h00’16’’) que ha bajado la anterior marca mundial, nada más y nada menos que en media hora. ¡Ahí está!, sin perder la motivación, creyendo en sus posibilidades y dándolo todo, aún sabiendo que no tiene prueba en los Juegos de Londres. Esto es toda una reivindicación para que se tenga en cuenta que sí hay mujeres ciegas que luchan con la distancia. Es verdad que no son muchas, pero claro, tampoco veo que se las motive o que tengan apoyo en cuanto a que algún día puedan ser paralímpicas. ¡Bravo Mª Carmen!, por este gesto tan valioso para el deporte femenino internacional.

Por otro lado, el gran Alberto Suárez (2h25’01’’), ¡impresionante!, dos maratones seguidos en los que bate dos récords mundiales y encima propios. Toda la carrera en solitario, demostrando saber medirse, sufrir, luchar y creer en sí mismo durante todos esos kilómetros en los que nos pasan por la cabeza infinidad de pensamientos y vivencias a cual más dispar. ¡Qué entereza la tuya Alberto y qué grande eres!

Enhorabuena a los dos.

También quiero hacer mención a otro gran maratoniano y compañero: Manuel Garnica, luchador incansable que obtuvo una marca nada despreciable (2h45’52’’) por cualquier persona que sepa lo que es correr un maratón. Manuel, en tus piernas y en tus sensaciones quedan esos kilómetros que a buen seguro te servirán de entreno no sólo físico si no mental para afrontar con mas sabiduría tus próximas carreras.

Felicidades para todos. ¡Campeones!

martes, 4 de octubre de 2011

Gestos y días felices

Hoy ha sido un bonito día. Se corría la Media Maratón de Talavera, mi ciudad, y cientos de corredores tomaban la salida, cada uno con su ilusión particular. Día ventoso y no muy agradable, pero con bastante expectación. Yo no corría, aunque sí lo hacía muchos amigos y para mí la ilusión era verlos conseguir sus objetivos.

Por un lado, los hermanos Núñez, Javi y Antonio, que están muy fuertes y así lo demostraron entrando en primer y segundo lugar con poco más de 1:06:20 Javi y algo menos Antonio. Vanesa Veiga intentó batir el record de la prueba, pero la semana pasada tuvo fiebre y esto hizo que se desbaratasen sus planes. Aún así, fue la primera en cruzar la meta en chicas. Buena carrera también de Pedro Santos y Paco Navidul.

Por el contrario, mal día para David Rodríguez, mi entrenador, que se tuvo que retirar por una fuerte contractura a pocos kilómetros de la salida. También día malo para Araujo, gran corredor de esta ciudad que hoy no encontró sus mejores sensaciones y tubo que abandonar a mitad de la prueba. Otro día será, campeón. Muchos amigos más disfrutaron en las calles y consiguieron sus objetivos.


Me gustaría destacar el gesto de Manuel Tornero, corredor catalán que está realizando una bonita labor y es que se ha empeñado en que este, el Día de Reyes, no le falte un regalo a cada niño que esté hospitalizado. Para ello, ha hecho unas camisetas solidarias y las va vendiendo por las carreras populares de toda España. Todo el dinero que consiga irá destinado a hacer realidad este bonito proyecto que estoy seguro que encontrará, en los corredores populares, el apoyo y la colaboración del más alto nivel.

Ya es la segunda o tercera ocasión que pierdo la oportunidad de correr en mi ciudad. Estoy deseando hacerlo, pero las circunstancias me lo impiden cada año. Mi guía lesionado, de todas formas yo me estoy poniendo muy fuerte, tengo la cinta de correr que hecha humo, nunca la he puesto a tanta velocidad.

La cinta está colocada en el balcón de mi casa que da a una placita donde hay un supermercado y justo enfrente, a unos cincuenta metros, hay otro bloque de viviendas. Cuando entreno, siempre lo hago con los cascos del Iphone puestos por dos motivos: uno, para motivarme con la música; y otro, por que me da vergüenza salir al balcón. Cada vez noto que más gente se asoma a las ventanas, los niños dejan de jugar en el parque por unos momentos y miran hacia arriba, algunos vecinos de enfrente salen a comer al balcón y yo creo que dirán: “¡este tío está loco!, o algo así. El caso es que no se ríen de mí, pienso que tal vez se motivan viendo el esfuerzo que hago a diario porque si no, no es normal. Son siempre los mismos vecinos y se pasan todo el tiempo el entreno ahí mirando. En alguna ocasión viene y me lo cuenta mi mujer que observa desde otra habitación el panorama. Ya lo tengo asumido, pero al principio me moría de vergüenza y, en alguna ocasión, me esperaba a la noche. La verdad es que debe ser un espectáculo ver a un ciego poner la cinta a 24 km por hora para las diagonales o verlo hacer los cuatrocientos a 1:04.

Creo que estoy empezando a correr rápido, nunca he sentido mis piernas moverse a tanta velocidad, ni he notado este tipo de fuerza. Poco a poco me voy haciendo al medio fondo, aunque me queda mucho y esto son sólo entrenamientos en cinta que luego hay que refrendar en tierra firme. De momento, lo importante es la sensación y las ganas que le estoy poniendo. Sólo me queda esperar la mejoría de mi guía y poder desarrollar toda esta potencia con él.

Menos de un año para Londres y con todas las esperanzas puestas en nuestro trabajo, espero que vayan dando resultados pronto. Seguiremos trabajando y luchando por mi sueño. Este año olímpico vamos a dar todo lo que tenemos, tanto mis compañeros como yo, para ir a esos Juegos y hacer un buen papel representando los valores que tenemos todos los atletas que formamos la Selección Española Paralímpica de Atletismo. Somos un gran grupo y esto nos da alas para en unos casos superar las lesiones, en otros los bajones cuando no salen las cosas y en muchos otros contar con el apoyo y las felicitaciones de los compañeros cuando las cosas salen bien.

Formamos un buen equipo y aunque estemos separados por muchos kilómetros, cada uno de nosotros sabemos lo que están haciendo los demás para apoyarnos y luchar todos juntos por nuestros objetivo que no es otro que el de traer los máximos metales para nuestro país y dar ejemplo de sacrificio, coraje, voluntad, esfuerzo, superación, amistad, felicidad y orgullo.